La infidelidad como una necesidad de cambio relacional en la pareja.

 


Un tema muy controversial en las redes sociales, en las parejas y en psicoterapia, es el abordaje profesional para aquellas personas que vivieron alguna infidelidad. El primer juicio que viene mayormente en el miembro de la pareja que recibió el acto de traición es así mismo (a): “¿qué hice yo para merecer esto?”, “¿en qué fallé?”, “no fui suficiente hombre/mujer para mi pareja”. Posteriormente viene el juicio y la sentencia para el otro/a, “nunca se lo voy a perdonar”, “ahora sí me va a conocer”, “lo voy a matar”, entre otros comentarios.

Después de esa escalada de ira-tristeza, comienzan a turbarse las emociones y a generarse sentimientos de odio y rencor contra la pareja. Es aquí cuando la parte ofendida por la traición busca hacer sentir el dolor emocional al otro, con la finalidad no de sanar sino de dañarlo también.

Muchas veces la gente ha determinado que la infidelidad es un acto netamente moralista incluso anticuado en un mundo hipersexualizado, pero cuando lo vive en carne propia, el dolor emocional sigue afectando sin importar su génesis conceptual.

Mi reflexión profesional va en torno a reencuadrar la conducta de infidelidad en la pareja, no solo en el individuo que fue pasivo (pero tiene una actuación) de la traición, sino en el miembro de la pareja que actuó deliberadamente para romper un compromiso de exclusividad emocional y/o física con la pareja. Y señalo con énfasis lo anterior, porque algunas personas que cometieron conductas que expusieron la exclusividad de la pareja de índole emocional, niegan haber cometido infidelidad porque no fue de carácter sexual o físico. Es por ello que la conceptualización concreta de infidelidad es propia de cada pareja, donde incluyen sus respectivos acuerdos, en primera para cumplirlos y en segunda porque es un sistema independiente de otros sistemas sociales, institucionales, religiosos e ideológicos de su contexto.

Lo que nos implica a los psicoterapeutas de pareja es conocer cuál es el concepto concreto de fidelidad/infidelidad que la pareja tiene, para comenzar a maniobrar terapéuticamente desde allí, no desde lo que el psicoterapeuta piensa que es infidelidad de acuerdo a su constructo teórico y personal. Esto nos vuelve más objetivos en el tratamiento psicológico y se ajusta a una terapia a la medida de los consultantes.

El segundo paso terapéutico será gestionar con ellos el conocimiento de dónde están parados en su dinámica actual de pareja. Normalmente utilizo la analogía de un Tsunami, que después de haber pasado y acabar con casi todo el territorio, quedan esbozos de lo que anteriormente era un lugar seguro. En la pareja ocurre algo muy similar, después de haber vivido la infidelidad, hay que mirar a todos lados para evaluar qué sigue definiendo a la pareja como tal. Es esta etapa la que describo como “esencia de la pareja”. La sorpresa es que mucha de las veces no existe consciencia de quiénes son como pareja, solo que son pareja de alguien porque tienen hijos en común, casa, carro o pertenencias, algunos proyectos financieros juntos o hasta las vacaciones próximas pagadas como familia; sin embargo no son realmente estos acuerdos únicamente los que hacen sentirse como pareja, si esto fuera lo que realmente los define, eso bastaría para sentirse seguros y estables después de la infidelidad y no es así. Esos acuerdos no son lo que se rompió cuando se comete la infidelidad directamente por lo tanto no son la esencia de la pareja.

Desde mi experiencia profesional, las parejas que realmente son conscientes de responder de manera individual a las preguntas: ¿quién soy como pareja en relación con el otro/a?, ¿qué me hace querer relacionarme con el otro como pareja?,¿cómo delimito lo que es estar en pareja, de lo que no es?, ¿qué principios y valores tenemos explícitamente como pareja?,¿para qué estoy eligiendo cada día estar en pareja con el otro/a? Si responden a cada una de estas cuestiones, pueden tener mayor oportunidad de resolver la traición dentro de la dinámica de pareja.

La pareja vive su esencia dignamente cuando es consciente del sistema al que pertenece libre y responsablemente, por lo tanto, cuidan estar conscientes de todas sus interacciones humanas para no trastocar algo que exponga su exclusividad. Son estás parejas las que después de haber vivido una conducta de infidelidad, pueden redefinirse como pareja y continuar juntos como tal, incluso con mayor madurez emocional haciendo más consciente al otro en su diario vivir para su representación simbólica de lo que es el amor en relación a él/ella. No obstante, exige una dinámica de pareja diferente, que luche contra la monotonía de cada día, que reavive la atracción por el otro, que despierte el interés y admiración de la pareja que siga eligiendo cada día y que promueven todos los días la elección libre de estar como un sistema de pareja a pesar de que la sociedad, familia extensa y amistades puedan atribuir su representación simbólica de lo que ellos hubieran hecho si estuvieran en esa situación; pero que en realidad solo exponen su imaginario de lo que efectivamente no vivieron y que por lo tanto son meras especulaciones sin fundamento porque no son su sistema de pareja, solo son un referente del contexto al que pertenecen o incluso una representación masiva de marketing y juicios moralistas del entorno.

No significa con ello que siempre tengan que elegir a su pareja que cometió la infidelidad. Cuando este tipo de conductas se vuelve una constante, estaríamos hablando sobre otras conductas que entran en categorías diagnósticas de trastorno mental como dependencia emocional, narcicismo, trastorno límite de personalidad entre otros, dependiendo de si eres quien cometió la infidelidad o quien la recibió.

Esta reflexión tiene el objetivo de que sepas qué opción vas a elegir conscientemente por ti, ya que desde allí vivirás sus consecuencias a nivel personal y de pareja. No dejes que las creencias de los sistemas de referencia que tengas decidan por ti. Nadie tendrá mayor certeza de la decisión a tomar que tú mismo/a. Y termino diciendo que, en este camino existimos profesionales de la salud mental que podemos orientarte a que atravieses de forma funcional este proceso.

 

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