¿Qué buscas en una relación de pareja obtener: la razón o el amor?
¿Qué
sucede cuando en la relación de pareja buscamos tener la razón?
La mayoría de parejas que se
presenta a terapia refiere en un primer momento la falta de comunicación como
un problema constante en su dinámica relacional, incluso como motivo de
consulta, sin embargo, en el transcurso del proceso psicológico que se va
desarrollando, se dan cuenta que realmente no es que no hablen mucho o que no
se entienda lo que el otro dijo; sino más bien es que ninguno de los dos quiera
permitirse ceder la razón de su petición o argumento que está
manifestando, por no pensarse “perdedor”
o no querer sentirse “insuficiente” para el otro.
Recuerdo un caso que por ética no
mencionaré el nombre real de los pacientes ni el lugar oriundo al que
pertenecen, pero que ayuda a ejemplificar lo que sucede cuando en la dinámica
de pareja buscamos constantemente tener la razón sobre el amor de la pareja.
Un matrimonio vino a terapia de
pareja, con 35 años de casados al civil y religiosamente. Él tenía 65 años de
edad y ella 62, ambos con el motivo de consulta coincidente, “tenemos problemas
de comunicación, no nos entendemos”. En el transcurso de la terapia escuchaba
el discurso de cada uno, a qué se dedicaban, de dónde eran, la dinámica
familiar de origen que cada uno vivió, algunos eventos críticos que vivieron
como padres de 2 hijos, crisis matrimoniales previas, patologías actuales,
logros y éxitos personales, etc. Lo interesante en esos breves minutos de la
primera sesión fue, que cuando cada uno de ellos tenía que responder de manera
individual lo que yo preguntaba como terapeuta, el otro le completaba la
información acusándolo/a que le hacía falta decirme las cosas más claras y más
concisas para apegarse a la realidad y no solo a la fachada bonita de lo que el
terapeuta quería saber de manera puntual. Fue aquí cuando comencé a leer el
sistema (analizar el contenido y la forma de cómo se interrumpían cada uno,
incluso cuando no les tocaba hablar porque no era su turno) y a codificar que
más que tuvieran problemas de no entenderse, eran de no escucharse.
Aquí me permitiré reflexionar
sobre una forma de sentirnos amados por el otro. Generalmente al ser humano nos
agrada sentirnos escuchados por nuestro receptor, mucho más por la pareja que
elegimos amar. Es importante escuchar
activamente, sin interpretar lo que quiso decir (juzgar), validando sus
emociones y sentimientos cuando nos dice que para él o ella fue muy doloroso o
lastimoso cierto evento. La conducta de indiferencia que podemos propiciar de manera
inconsciente cuando no expresamos lo orgulloso/a que nos hace sentir, o bonito
que es para nosotros que realice sus sueños, o no le reconozcamos que se
arregle para estar con nosotros, etcétera. Esto propicia que perdamos cada vez
más el vínculo afectivo de exclusividad y promueve que se limite la expresión
del amor de esta manera para no sentirse vulnerado/a, frente a la persona que
elegimos amar.
Por ello, cuando vamos buscando
constantemente tener la razón sobre el amor en la dinámica de pareja, corremos
el riesgo de alejarnos más de lo que realmente queremos del otro, su validación
como persona, no como expertos de algún tema o habilidad en específico sino
como cómplices del amor. “Existen más problemas por lo que se no se dice que
por lo que se dice en la relación de pareja”.
La propuesta es vivir conscientes
cuando vamos a debatir sobre algún tema que pueda llevarnos a ciertas
fricciones por el simple hecho de pensar diferente, valdría cuestionarnos a sí
mismos, ¿para qué quiero tener esta discusión?, ¿qué busco de fondo?, ¿qué
necesito de la otra persona?,¿estoy dispuesto a respetar y aceptar una opinión
diferente? Si realmente sabemos responder esto, evitaremos muchas discusiones
infructuosas que solo llevan a experimentarnos no validados por la persona que
más importante es para nosotros y que elegimos amar.
No está mal tener un punto de
vista diferente a nuestra pareja, lo que no es funcional, es no tener la
apertura mental y emocional de lo que el otro dice. “No porque sea diferente es
deficiente.” Recuerda que lo que realmente dice la otra persona es su
perspectiva de cómo ve el mundo y su historia de aprendizaje, y que son válidos
sus argumentos, aunque para nosotros no sean certeros porque no coinciden con
nuestra forma de pensar. “Las buenas parejas están hechas de muchas
conversaciones incómodas pero reales”.
Concluyo esta reflexión señalando
que esto ha sido una constante en los principales motivos de consulta de
psicoterapia de pareja, relaciones disfuncionales por la búsqueda constante e
indiscriminada de querer tener la razón sobre el amor, olvidando que, para
estar en un sistema de pareja, es necesario coexistir como pareja, no desde la
razón sino desde el amor.
Comentarios
Publicar un comentario